Científicos desarrollan un implante que es capaz de localizar y bloquear la depresión incluso en un paciente que no responde a los tratamientos convencionales.

Un equipo de científicos ha implantado un dispositivo en el cerebro de una paciente para tratar su depresión a través de pulsos eléctricos cortos en el cerebro. La depresión es uno de los trastornos sicológicos más prevalentes en el mundo. Según la Organización Mundial de la salud (OMS), cerca del 5% de la población adulta padece de este problema. El creador de este invento es Inner Cosmos, una empresa que trabaja en dispositivos médicos que utilizan electrodos implantados para interactuar con el cerebro humano. Su fundador, Meron Gribetz, a quien se le diagnosticó un trastorno por déficit de atención cuando era niño, dice: “Hemos construido el implante coclear para el mercado mucho más grande de la depresión, que luego también tratará otros trastornos cognitivos”

¿Cómo funciona? Colocan un electrodo debajo de la piel del cuero cabelludo. El implante, del tamaño de una moneda, se desliza debajo de la piel, sin necesidad de hacer cortes tan invasivos y se asienta sobre el cráneo. El implante envía pulsos eléctricos a la región del cerebro afectada por la depresión, la corteza prefrontal dorsolateral izquierda, una vez al día durante 15 minutos.

La píldora digital de Inner Cosmos está conectada a una aplicación móvil la cual muestra gráficos de estado de ánimo y depresión que pueden ver el médico y el paciente a través de la aplicación. La idea no es nueva: los electrodos implantados tienen un historial de años en el tratamiento de la epilepsia y el Parkinson. La compañía recibió la aprobación de exención de dispositivo de investigación de la FDA para realizar el primer estudio en humanos. El ensayo, que dura un año, se hace en una paciente en San Luis, Misuri, Estados Unidos. Nunca antes se habían utilizado implantes directamente en el cráneo para tratar la depresión, este primer ensayo podría presagiar una nueva era de la ciencia.