Alimentación durante y después del embarazo

Durante y después del embarazo
En estas etapas de la vida, tu cuerpo necesita una alta dosis de nutrientes
que garanticen tu bienestar y el buen desarrollo de tu bebé. Es clave tener
una dieta sana y equilibrada.

Durante el embarazo
Es importante que tengas en cuenta la variedad y la calidad de lo que comes durante esta etapa de la vida. Mientras más variedad de alimentos consumes más nutrientes adquieres. Asegúrate de consumir las porciones adecuadas de cada grupo alimenticio: cereales, frutas, verduras, lácteos y carnes. Desde el comienzo del embarazo tu cuerpo necesita más folato y ácido fólico, que previene los problemas de nacimiento del cerebro y de la médula espinal. El folato es una vitamina B y se encuentra en los cereales, en las verduras de hoja verde como espinacas y espárragos, los cítricos, las lentejas y los fríjoles.
También es básico incluir en la dieta el calcio que fortalece los huesos y los dientes y ayuda al buen funcionamiento del sistema circulatorio, muscular y nervioso. Debes consumir más proteínas: carne magra, huevos y mariscos. Estas sustancias ayudan a la formación de los huesos, los músculos, la piel y otros órganos vitales del bebé. Los carbohidratos (pan, pasta y harinas) son la principal fuente de energía. Ayudan a cubrir las calorías extras que necesitas para enfrentar las exigencias físicas que trae el
embarazo.
Y no podemos dejar fuera de la lista el hierro. Las embarazadas necesitan consumir el  doble de hierro para producir más sangre con el fin de suministrarle oxígeno al bebé. La anemia durante el embarazo aumenta el riesgo de un nacimiento prematuro y la depresión postparto.

Tomar entre ocho y 10 vasos de agua al día te ayuda a eliminar toxinas. Reduce el consumo de sal porque esta aumenta la retención de líquidos. Siempre debes preferir las comidas naturales a los alimentos enlatados o procesados, ya que estos tienen más riesgo de intoxicación.

Después del embarazo

En este momento lo mejor es que elijas aquellos alimentos que te ayudan a ponerte  fuerte, ya que durante el parto se puede llegar a quemar hasta 100 calorías por hora. Por eso los nutricionistas recomiendan comer cinco veces al día alimentos balanceados y ricos en calcio. Toma entre medio y tres cuartos de litro leche o de yogur al día y bebe más de dos o tres litros de líquidos, especialmente en la etapa de lactancia. Durante este tiempo, evita los alimentos que le dan mal sabor a la leche materna como los espárragos, las espinacas, las alcachofas y el ajo. No consumas alcohol, nicotina o café. Además, intenta reducir los azúcares y las grasas de origen animal. En el posparto es común que sufras de
estreñimiento, por eso es importante consumir alimentos ricos en fibra, verduras, frutas y pan integral.
Incluye en tu dieta alimentos ricos en hierro (carnes y legumbres) para evitar la anemia.
Elimina de tu dieta las grasas saturadas, las harinas refinadas, el azúcar, las gaseosas y
los dulces que aumentan la grasa en el cuerpo y provocan sobrepeso.